martes, 16 de septiembre de 2014

Mi primer 16 de septiembre en la escuela...

Ayer fue el día de la independencia de México (16.09), ¡por primera vez en mi vida tuve que ir a la escuela ese día!

Cuando me levante me puse mi blusa mexicana porque por la tarde iría a Helsinki a la representación del grito, en un evento organizado por la embajada de México en Finlandia. 

La mañana esta helada, solo a 3 grados. Nunca me hubiera imaginado en semejante fiesta patria estar usando guantes, bufanda y no sentir mis piernas ya que se entumecieron por el frío. A mi alrededor el sol brilla al igual que lo haría si estuviera en México, sin embargo la luz que desprendía no era cálida ni abrazadora, sino fría y distante. 

Como México no hay dos, y de eso te das cuenta cuando estas tan lejos de él...

La escuela transcurrió tranquila y paz como de costumbre. A cinco para las tres me fui a la estación del tren para comprar un boleto hacia Helsinki. Salí de Riihimäki a las 15:09, estando 41 minutos después en la activa capital finlandesa.






Ya en la estación caminé al punto de reunión en el que había quedado de ver a tres de mis amigas mexicanas que viven en este distrito (1420). La primera en aparecer fue Isa, la cual me presentó a otros intercambistas mexicanos de otras organizaciones (no Rotary) que se encontró ella al llegar. 

Eramos un grupo de 7 y unos minutos después mis dos amigas faltantes llegaron ellas venían de Kampi (estación de autobuses). Ya que estábamos todos comenzó la discusión de donde era el evento, ya que en la invitación solo decía que se llevaría a cabo en la cripta de la catedral de Helsinki. 

Como los buenos mexicanos que somos asumimos que los demás sabrían donde es el evento por lo que ni preguntamos, nomas dijeron fiesta y nos apuntamos. 

Como pudimos dimos con la catedral y una de las intercambistas mexicanas de Rotary que venia con mas de nuestros intercambistas (de Argentina, Perú, Colombia) nos dijo que nos apuráramos, porque ya iban a cerrar la puerta y los nosotros de impuntuales. 

Al llegar nos revisaron nuestros pasaportes y que trajéramos nuestra invitación. Tal solo con cruzar el umbral de la puerta se sentía como si nos hubiésemos transportado mágicamente a México.







El lugar tenia cara de un templo antiguo pero lo más impresionante era la cantidad de gente que había! No tenia idea que hubiese tantos mexicanos viviendo en Finlandia. 

Saludamos al representante de la embajadora ya que por cuestiones personales no pudo estar presente, sin embargo dejo un discurso preparado para que se leyera durante la ceremonia.



El representante de la embajadora acompañado de su esposa tomo el micrófono para dar lectura a las palabras de la embajadora, posteriormente recitó el discurso/palabras propias del día de la Independencia y al terminar fuertes aplausos, gritos y chiflidos de alegría llenaron el lugar.





Con la bandera ondeando y todos con el corazón lleno de patriotismos entonamos el himno nacional.



Terminado todo se nos invitó a pasar a comer y disfrutar de la tarde. La comida definitivamente no era la mejor del mundo sin embargo nos supo a gloria. Había mole, arroz, una ensalada con jalapeños y carne de puerco en salsa verde.



Con la panza llena y el corazón contento, nos abrimos paso así la salida para seguir la fiesta en otro lado. El resto de la tarde caminamos por las aglomeradas calles de Helsinki disfrutando del buen clima y de la compañía de los demás intercambistas.












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